Corría el año de 1993, cuando el reportero gráfico de origen sudafricano, Kevin Carter, viajó a una aldea de Sudán y captó una imagen que se convirtió en el rostro del hambre en África, publica el sitio 180.com.uy
Carter comenzó su carrera en 1983, a los 23 años, en medio de una guerrilla civil en diversas poblaciones periféricas como Soweto. Era miembro de The Johannesburg Star, indica el sitio kevincarterfilm.com
La instantánea que lo volvió famoso presentaba la imagen de un niño desnutrido tumbado en el suelo, acechado por un buitre. Tras mostrar la imagen al mundo, el fotógrafo fue severamente criticado por no haber hecho nada por el menor, indica observa.com.uy
Un año después de que la foto fuera publicada en The New York Times, Carter ganó el Pulitzer y se quitó la vida. Dieciocho años después de este suceso, los padres de Kong Nyong hablan sobre el tema y señalaron que su hijo sobrevivió a esa hambruna, pero que murió hace cuatro años por las altas fiebres que le causó una infección, publica elmundo.es
Los padres del menor comentaron que Kong Nyong no cayó en las garras del buitre ni murió de hambre. De hecho, en la foto se puede ver que aquel bebé tenía una pulsera de plástico con la inscripción T3 que es la que usaba la ONU en los lugares donde asistía y alimentaba a niños desnutridos, según confirma el artículo publicado por El Mundo. Lo anterior, desmiente el mito de que el fotógrafo sudafricano había abandonado a su suerte al menor.
Sobre la instantánea, varios especialistas opinaron que Carter manipuló la imagen, pues la sacó desde un ángulo que muestra al bebé bajo la mirada amenazadora del buitre, cuando probablemente esta animal se encontraba a una distancia superior a los 20 metros.
Según narraron los fotógrafos españoles José María Arenzana y Luis Davilla, quienes tomaron fotos muy similares a la de Carter en la misma zona, el efecto se puede lograr utilizando un teleobjetivo, indica el sitio lavoz.com.ar
"Si tú tomas un teleobjetivo, aplastas la perspectiva con el niño en primer plano y de fondo los buitres y parece que se lo van a comer, pero eso es una absoluta patraña, quizá el animal esté a 20 metros", indicaron los reporteros. Informó altfoto.com
Por su parte, el reportero gráfico sudafricano João Silva, quien acompañó a Carter a Sudán, dio una versión similar a la de sus colegas españoles, durante una entrevista con el escritor y periodista Akio Fujiwara, misma que el japonés publicó en su libro Ehagaki ni sareta sh?nen: El niño que se convirtió en postal.
Según Silva, él y Carter viajaron a Sudán con autoridades de la O.N.U. y aterrizaron en la zona sur de Sudán el 11 de marzo de 1993. El personal de Naciones Unidas les dijo que despegarían de nuevo en unos 30 minutos, así que deambularon para hacer algunas fotos.
Naciones Unidas comenzó a distribuir maíz y las mujeres del poblado salieron de sus chozas de madera hacia el avión. Silva fue a buscar guerrilleros, mientras que Carter no se alejó más que unos pocos metros del avión.
Según Silva, Carter estaba sorprendido, pues era la primera vez que veía una situación real de hambruna, por lo que captó fotos de niños hambrientos. Los padres de los niños estaban ocupados recogiendo la comida del avión, por lo que se habían desentendido de momento de sus hijos. Esta era la situación del niño de la foto hecha por Carter. Un buitre se posó detrás. Para meterlos a ambos en cuadro, Carter se acercó muy despacio para no asustar al buitre, e hizo la foto desde unos 10 metros. Realizó varias tomas y el buitre se fue.
El suicidio
La vida de Kevin Carter estuvo rodeada de altibajos. Testigos señalan que antes de su suicidio, ya había intentado quitarse la vida. También señalan que tenía problemas familiares y una personalidad desordenada; que era depresivo y tenía una vida caótica, indica helektrón.com
Su muerte quedó registrada el 27 de julio de 1994: Carter llegó al río de Braamfontein Spruit, cerca de un área donde él jugaba de pequeño y se suicidó. El parte médico señaló intoxicación por monóxido de carbono. Tenía 33 años. En su nota de suicidio se puede leer lo siguiente:
"Estoy deprimido, sin teléfono, dinero para el alquiler, dinero para la manutención de los hijos, dinero para las deudas. ¡Dinero! Estoy atormentado por los recuerdos vividos de los asesinatos y los cadáveres y la ira y el dolor... Del morir del hambre ó los niños heridos, de los locos del gatillo fácil, a menudo de la policía, de los asesinos verdugos."
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